Después del domingo ya nadie lloró

sunday2Sólo se lloró 3 días. 

Pues su muerte trajo vida, alegría y salvación ¡para todos los días porvenir! Jesus tuvo una muerte singular. Algo que define a Jesús sin duda, es su relación con la muerte. 

Después de la resurrección, nadie lloró más la muerte de Jesús.

Ya nadie lloró después del domingo; Jesús había resucitado.  El sufrimiento, la desesperación, la duda, la incertidumbre de esos 3 días se acabaron. A partir de la resurrección de Jesús todo cambió.

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El gozo, la alegría, la confirmación de la promesa cumplida sumado a la exhibición del gran poder de Dios, hizo detonar y expandir la noticia por todo el mundo hasta hoy.

Es la noticia más viral de todos los tiempos, es lo que distingue a Jesús de todos los demás. Es la única tumba vacía. Es un testimonio que demanda de ti y de mí un veredicto final sobre ¿Quién es Jesús para ti? para cada uno.

Hoy las lágrimas son, pero de arrepentimiento. Cuando vemos que Jesús sufrió por nuestros pecados, pedirle perdón y reconocer nuestras faltas.

Así que hoy decide. Una vez más Dios te busca y quiere que seas parte de esa resurrección.

“El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.”

Mateo 27:54 .

Ese centurión reaccionó al darse cuenta de quién era Jesús, y quizás eso significa que también él finalmente creyó. 

¿Y Tú? ¿Quién es Jesús para ti? …¿es tu salvador?

Hoy, toma la decisión de aceptar vida, la vida que está en Él, sólo en Él. Intercambia el lloro y el lamento, por la sonrisa, la luz y la intensidad de una vida nueva y radiante que nunca acabará.

El gozo de la resurrección no acaba. Si tú lo aceptas en tu corazón y le entregas tu vida, así será. Es lo que necesito para prender mis huesos cansados y ​​saber la realidad de que puedo tener una vida abundante ANTES de la muerte, y eso lo encontramos en las Escrituras.

El libro de Romanos proclama audazmente que el mismo poder que resucitó a Cristo de entre los muertos, arde dentro de aquellos que lo reciben, le piden perdón, lo aceptan, le creen y le entregan su vida.

“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?”

Juan 11:25-26

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